“¿Qué hacemos nosotros?” (Lc 3,14)
El tercer domingo de adviento siempre nos repite lo mismo, como Pablo en la carta la los Filipenses: ¡Alegraos!
Y un Dios así de contento ¿qué nos dice? ¡Que nos alegremos! Algo así como: “vosotros, cada uno de vosotros sois mi alegría y yo puedo ser la vuestra, ¡Alegraos conmigo!”
Por eso la invitación del adviento es la alegría. Dios ha decidido venir a habitar en medio de nosotros, porque es aquí, entre nosotros, siendo uno de los nuestros como quiere danzar y saltar de alegría.
Sin embargo, a simple vista, el evangelio que nos presenta la Iglesia en este domigo no parece que hable de alegría… Nos encontramos de nuevo con Juan Bautista. A él acuden distintos tipos de gentes y todos con la misma pregunta: “¿qué hacemos?” Y Juan tiene una respuesta para cada uno.
Juan Bautista anuncia la venida del Mesías, del ungido de Dios, de Dios mismo y a Dios se le encuentra en el compartir, en la justicia, en la sencillez. No con estas palabras pero Juan les está diciendo: ¡alegraos! ,y para que puedan alegrarse de verdad les dice lo que tienen que hacer.
Muy bien, y nosotros, ¿qué hacemos? Es una buena pregunta. ¿Qué podemos hacer para vivir con alegría? ¿Te atreves a preguntarle a Dios qué debes hacer para ser feliz?
¡Alegraos! es la invitación, aceptarla y cómo aceptarla depende de cada uno.
¡Alegraos! tanto como Dios se alegra con nosotros.
¡Alegraos! para que la Buena Noticia sea creible
(by Monjas de Suesa)
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